Onicofagia


Onicofagia

¿Qué es la onicofagia?
La onicofagia es el hábito compulsivo de comerse las uñas. Es un hábito nervioso igual que lo son chuparse el pulgar, meterse el dedo en la nariz o enroscarse el pelo. Se trata de un hábito que la persona realiza de manera inconsciente.
Las personas nerviosas están más predispuestas a hacerlo. El borde libre desaparece y la uña se sumerge en el lecho.
La reiteración de comerse las uñas provoca varias lesiones como la inflamación y elevación de los bordes laterales o incluso verrugas. En un intento de adaptación las uñas suelen crecer más rápidamente. 
Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden quedar adheridas en la faringe y producir reacciones inflamatorias. También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial favoreciendo la aparición de infecciones o diversas complicaciones en el tejido pulmonar. Estas complicaciones se ven favorecidas por la forma del resto ungueal muy idónea para engancharse en las paredes con su poco peso. Pero lo más habitual es que pase al tubo digestivo y acabe mezclándose con las heces al final del trayecto dada la imposibilidad de digerir el resto ungueal. 
En la niñez los mordisqueos repetidos pueden llevar a graves alteraciones en la estética dental y bucal. 
La onicofagia se trata sólo con voluntad propia, es decir, sin ninguna ayuda externa, ya que no existe un tratamiento específico para dejar de comerse o morderse las uñas.
Se pueden probar productos sobre las uñas que dejan diferentes sabores (amargos, picantes, etc..) para hacerle recordar, cuando se lleve los dedos a la boca de forma inconsciente, que está usted volviendo otra vez, a su manía.
Sólo el hecho de pedir información o ayuda representa casi el 90% del esfuerzo que la persona está realizando para abandonar este hábito. 
El 10% restante, se encuentra en los nervios, la ansiedad, las frustraciones y problemas cotidianos que la persona arrastra a diario. Cuando resuelva esos problemas, ya habrá dejado definitivamente de morderse o comerse sus uñas.
Por eso es muy importante relajarse física y mentalmente. Para ello es recomendable practicar ejercicios de relajación y respiración como por ejemplo el yoga.